25N Día Internacional de la Eliminación de las Violencias contra las Mujeres

¡Ni una lágrima más! Es la hora del grito (Marcela Serrano)

Estrenamos el año 2017 con la seguridad de que la Violencia de Género no sería prioritaria en la agenda del gobierno, ni en el trabajo parlamentario, y cerramos el año habiendo confirmado dicha convicción.

Con un Pacto de Estado de mínimos: con un presupuesto testimonial que aún no tiene calendario de ejecución, sin medidas específicas que garanticen recursos que ofrezcan independencia económica a las mujeres víctimas de violencia. Un Pacto que ni siquiera reconoce  todas  las formas existentes de Violencia Machista, excluyendo así, casos de  mujeres que no podrán beneficiarse de ninguna de las medidas previstas.

Solo en  el primer mes del año, 7 mujeres fueron asesinadas por violencia machista, lo que nos hacía prever, sin miedo a equivocarnos, un año de continuo e intenso dolor. En lo que va de año un total de 90 mujeres (Solo 44, según datos oficiales) y 7 menores, según cifras  de Feminicidio.net, han sido asesinadas por violencia machista.

¡Demasiados minutos de silencio! ¡Demasiada indiferencia social!

Tal vez estos datos nos ayuden a aclarar que esta indiferencia conduce a perpetuar una   cultura de la violencia hacia las mujeres, que a base de convivir con ella ha acabado por normalizarse. Un escalofriante 33% de la población opina que la mujer es responsable de la agresión sexual por “flirtear”; un 26% opina que es por su vestimenta y un 30% por haber consumido alcohol.

Algo se está haciendo muy mal en el ámbito educativo, en prevención y sensibilización, cuando un estudio realizado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud (Proyecto Scopio)  arroja estas cifras: Un 27% de los jóvenes cree que la violencia machista es una conducta “normal” en la pareja. El 21% considera que la violencia machista  es un tema politizado y que se “exagera”. Y el 7% cree que es un problema inevitable. A pesar de ello, un 87% está de acuerdo en que es un problema social muy grave.

 

Una justicia sin medios suficientes que se muestra incapaz de proteger a las mujeres denunciantes. Tribunales que se convierten en espacios donde se cuestiona y criminaliza a la mujer víctima de violencia machista.

Y podríamos seguir sumando un largo e injustificable etcétera conviviendo en nuestro imaginario social.

Sin un mayor compromiso real en todos los ámbitos, nunca acabaremos con la gran pandemia mundial ignorada que son los Feminicidios y que suponen la vulneración sistemática de los Derechos Humanos de las mujeres en el mundo.

¡Contra la Violencia Machista  sobran palabras y falta compromiso real!

Ver el comunicado completo en la Red EQUO Mujeres