EQUO demanda medidas legislativas eficaces para combatir la contaminación lumínica

La contaminación lumínica se está convirtiendo en una problemática en auge que estos días impedirá la observación de las Perseidas en muchos sitios de España. La noche es cada vez más luminosa debido al exceso de iluminación artificial y a la instalación incorrecta de farolas y luminarias que lanzan al cielo parte de la energía luminosa que emiten. En lugares como Madrid, este tipo de contaminación se ha incrementado en un 50% durante los últimos 10 años. Sin embargo, todavía no se han tomado medidas realmente eficaces para hacer frente a esta situación.

La contaminación lumínica es la iluminación nocturna excesiva o innecesario. Esta conlleva  el derroche de energía y de dinero, además de afectar al ciclo biológico natural de los seres vivos. Por ello, desde EQUO queremos concienciar de las graves consecuencias que tiene para nuestra salud y bienestar.

España es el país que más energía gasta por habitante en alumbrado público, tres veces más que Alemania. Es necesaria la elaboración de mapas de contaminación lumínica y el desarrollo de normas específicas que garanticen la protección del cielo nocturno”, ha argumentado el coportavoz de EQUO Madrid y diputado en la Asamblea, Alejandro Sánchez, quien recientemente ha presentado una Proposición de Ley para la protección del Patrimonio Natural, que incluye un artículo dedicado a esta problemática.

Por todo ello, consideramos necesario el desarrollo de una normativa estatal, autonómica y local para proteger el cielo nocturno y actuar contra la contaminación lumínica. Abogamos por la adopción de medidas dirigidas a prevenir, minimizar y corregir los efectos de la dispersión de la luz artificial hacia el cielo nocturno, así como a preservar las condiciones naturales de oscuridad, en beneficio de los ecosistemas nocturnos en general. Otras medidas podrían ser la mejora de las luminarias en vías, autovías, calles…. minimizando su impacto lumínico o sustituir los focos ineficientes por lámparas tipo LEDs o menos contaminantes.

Desde EQUO recordamos que la contaminación lumínica también amenaza a las especies sensibles a la luz y a sus hábitats, altera los ecosistemas y afecta negativamente a la biodiversidad. Asimismo destruye los paisajes nocturnos y afecta drásticamente a la observación de nuestras estrellas. En España, cerca del 70% de la población ya ha perdido ya la posibilidad de ver la vía láctea desde sus lugares de residencia.